Altivo caudillo del vasto Oriente, quien en uno de sus
temerarios encuentros, logró dar muerte a Diego Fernández de Zerpa, primer
Gobernador de Cumaná. Por su habilidad estratégica era conocido ampliamente
como el “Guaicaipuro de Oriente”.
Según datos inéditos de la historia, el cacique
Cayaurima nació entre los años 1545 al 50, en las montañas ubicadas entre
Caigua y Barcelona, en la falda del cerro Diego Felipe, en un lugar denominado
Las Adjuntas. Fue un Cacique cumanagoto de formidables atributos para la lucha.
Tuvo la responsabilidad de preparar a las tribus asentadas entre Caigua y
Pozuelos en la lucha contra el imperio español.
El conquistador Jácome Castellón al describir a la
tribu cumanagota, liderada por Cayaurima, manifestó que en el manejo de la
flecha y otras armas primitivas, eran verdaderos maestros.
Cayaurima, logró imponerse como jefe de su
parcialidad después de someter a varias tribus en la región oriental. En su
lucha contra los conquistadores españoles deseosos de dominar las tierras
cumanagotas enfrentó varias expediciones: en 1570, la de Diego Fernández de
Serpa, quien recién nombrado gobernador y capitán general de la provincia,
murió en los enfrentamientos ajusticiado por las propias manos de Cayaurima; en
1579, la de Garci González de Silva, enviado por el gobernador de la provincia
de Venezuela, Juan de Pimentel, con la misión de pacificar y reducir a los
naturales de la región situada entre los ríos Unare y Neverí, e incorporar
dicho territorio a la provincia de Venezuela, lo cual no pudo ejecutar debido a
la fuerte resistencia de los indígenas, quienes lo derrotaron y persiguieron;
y, en 1585, la de Cristóbal Cobos, mandado por la Audiencia de Santo Domingo
para someter a los indómitos indígenas de la provincia oriental, objetivo que
logró con mucha dificultad. Sobre esta última expedición se puede decir lo
siguiente: al primer encuentro, luego de 3 horas de combate, la habilidad de
Cobos en la lucha le permitió, sin que hubiera vencidos ni vencedores, avanzar
hasta el jagüey de Macarón; Cayaurima pidió ayuda a otros caciques y sorprendió
a los conquistadores, librándose la batalla de Macarón. Cobos comandaba la
caballería, pero siendo más los hombres de Cayaurima, éstos creyeron obtener la
victoria fácil; sorpresivamente, 2 soldados españoles penetraron las filas
enemigas y reconociendo al cacique, entablaron con él una lucha cuerpo a
cuerpo, hasta que Cobos los auxilió y lograron apresar al cacique. Buscando la
libertad de su jefe, los indígenas se rindieron y ofrecieron obediencia,
ayudaron en la construcción de las casas del asentamiento que después sería San
Cristóbal de los Cumanagotos. Visto esto, Cobos liberó a Cayaurima, quien
cambió su actitud opositora y lideró a sus hombres en la edificación de la
mencionada ciudad.
Cayaurima se caracterizó por su cojera, producto de una estocada de lanza recibida en combate. Cayaurima, cacique de los cumanagoto, logró realizar y liderar importantes alianzas con otros caciques de la zona de oriente para enfrentar a los conquistadores, y con otros de la zona centro occidental como Doaca, con quien se identifica la actual zona larense de Duaca; con Nigale, jefe zapara en el Zulia; con Huyaparí, con cuyo nombre los españoles identificaron al río Orinoco y sus zonas aledañas en 1531, y con muchos otros jefes, caciques y guerreros, como: Acaprapocón y Conopoima –quienes continuaron comandando la lucha una vez muerto Guaicaipuro–, Caricuao, el cacique oriental Maturín, Morequito, Paryauta, Parnamacay, Pitijay, Sorocaima, Tiuna, Tamanaco y Terepaima. La institución indígena del cacicazgo sobrevive, deformada, durante varios años del período siguiente (Indohispano).
Sabemos que las tribus indígenas sostuvieron una lucha tenaz contra los invasores españoles durante muchos años. El conocimiento que se tenía en Europa de los materiales bélicos en esa época, jugó un papel importante y decisivo en el casi total exterminio de los grupos étnicos americanos. En esta lucha por la libertad y la justicia, hubo enfrentamientos, episodios de heroísmo, sangre y desesperación. Pero destacó siempre el ímpetu, el valor y la temeridad de valientes hombres como: Guaicaipuro, Baruta, Chacao, Tamanaco, y muchos otros personajes.
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